10 cosas que ver y hacer en Japón en primavera
Japón en primavera es un fascinante cuadro de colores de sur a norte, repleto de hermosas flores e impresionantes paisajes, así como de un sinfín de eventos culturales únicos. Para los viajeros, hay muchas experiencias maravillosas que no deben perderse al pisar tierra en esta época del año.
1. Disfrutar del espectáculo de las flores de cerezo - Paseo por el Parque Ueno
El Parque Ueno es uno de los lugares más famosos para admirar las flores de cerezo en Tokio. Cada primavera, más de mil cerezos en el parque florecen competitivamente, formando un mar de flores rosadas como de un sueño. Al caminar por la avenida de los cerezos, los pétalos caen como nieve, y encima hay una bóveda formada por flores blancas y rosadas, y bajo los pies una alfombra de pétalos caídos. Además, hay lugareños disfrutando de un picnic bajo los cerezos, cantando y riendo. Sumergirse en este ambiente lleno de vida y romanticismo permite sentir el encanto único del otoño japonés. Cualquier foto tomada será impresionante y capturará el momento más tierno de la primavera.
2. Experimentar la ceremonia tradicional del té - Sentir la tranquilidad japonesa
En una sala de té tradicional de Kioto, sentados en tatamis, se observa cómo el tercero manipula elegantemente la vajilla, desde calentar la tetera, poner el té, echar agua hasta servir el té. Cada paso es meticuloso y lleno de ceremonia. Al tomar un sorbo de té matcha, al principio tiene un sabor amargo ligero y luego deja un regusto dulce, y el aroma del té se esparce en la punta de la lengua. Junto con la floristería elegante y los cuadros antiguos y sencillos en la sala de té, el tiempo parece detenerse, permitiendo a los extranjeros alejarse del bullicio y apreciar la profunda esencia de la cultura tradicional japonesa, experimentando la belleza tranquila de la vida japonesa.
3. Escalar el Monte Fuji - conquistar la montaña nevada primaveral
En primavera, la nieve en la cima del Monte Fuji aún no se ha derretido por completo y luce especialmente sagrada y espectacular contra el cielo azul y las nubes blancas. Subiendo por el sendero de montaña, se respira un aire fresco y frío, y se aprecia la gradación de los nuevos brotes verdes hasta el impresionante paisaje de montaña a lo largo del camino. Cuando finalmente se llega a la cima y se contempla la majestuosa tierra y aguas bajo los pies, surge un sentido de logro por conquistar la naturaleza, y también se puede sentir de cerca la fuerza imponente de este símbolo espiritual japonés, añadiendo un toque heroico al viaje.
4. Participar en la fiesta primavera - Integrarse en la fiesta local
Las fiestas primaverales en diferentes lugares son muy animadas, como la fiesta de Tenjin en Osaka. Calles y callejones están decorados con luces y colores, y la gente vestida con hermosos trajes tradicionales lleva andas ceremoniales en procesión, acompañados del ritmo vibrante de los tambores y el júbilo de la multitud. Los turistas extranjeros pueden unirse a ellos, bailar siguiendo la marcha, probar bocadillos típicos como los takoyakis y los caramelos de manzana vendidos en la calle, y sentir plenamente el entusiasmo y la alegría de la gente japonesa, profundizando la comprensión de la herencia histórica detrás de las costumbres y tradiciones populares.
5. Visitar el Santuario Itsukushima - Explorar el santuario marítimo
El Santuario Itsukushima, ubicado en la isla Miyajima en la prefectura de Hiroshima, es un paisaje único de santuario marítimo en Japón. En primavera, las flores de cerezo alrededor y el nuevo verdor se reflejan mutuamente. Cuando sube la marea, el santuario parece flotar sobre la superficie del mar, y el torii de color rojo carmesí se yergue en las aguas azules, como un sueño, atrayendo a innumerables turistas para que se detengan y tomen fotos. Al pasearse entre los edificios del santuario, se pueden apreciar las hermosas esculturas de madera y los ema antiguos y sencillos, sentir la atmósfera mística donde la historia y la religión se entrelazan, y también se puede observar a los ciervos pastando tranquilamente cerca del santuario. La imagen de la perfecta integración entre la naturaleza, los seres humanos y el templo dejará una profunda impresión.
6. Aprender a preparar comida japonesa - Disfrutar de la alegría de hacerlo con las propias manos
Inscribirse en una clase de cocina japonesa para aprender las técnicas de preparación de comidas tradicionales como el sushi y la tempura. Desde elegir ingredientes frescos, controlar la sazón precisa hasta hacer un hermoso plato, cada paso está lleno de diversión y desafíos. Cuando se termina de preparar con las propias manos platos exquisitos de comida japonesa y se prueba el fruto de su propio trabajo, no solo se puede profundizar la comprensión de la esencia de la cultura culinaria japonesa, sino también convertir esta experiencia única en un dulce recuerdo en la punta de la lengua, y se puede llevar a casa la técnica para compartirla con familiares y amigos.
7. Visitar el Templo Kinkakuji - Encontrar la brillanteza del Templo Dorado
El Templo Kinkakuji, cuyo nombre oficial es Rokuonji, en primavera, las flores de cerezo fuera del templo florecen y se reflejan mutuamente con el resplandeciente edificio de tres pisos. Cuando brilla el sol, el Templo Dorado brilla brillantemente y se refleja en la tranquila Laguna Kinkakuji, formando una simetría perfecta, lo que es impresionantemente hermoso. Al entrar en el templo, se percibe un ambiente zen, se escucha el canto de los monjes y se aprecian las hermosas decoraciones de hojas de oro en los detalles arquitectónicos, como si se viajara a través del tiempo y se disfrutara de la fusión del arte arquitectónico japonés antiguo y la estética religiosa.
8. Viajar en el Shinkansen - Sentir la velocidad tecnológica
El Shinkansen de Japón es famoso por su alta eficiencia, puntualidad y comodidad. Los extranjeros pueden tomar el Shinkansen para desplazarse entre ciudades. Fuera de la ventana, se ven rápidamente pasar campos, montañas y paisajes urbanos, y dentro del tren, los asientos son amplios y el ambiente es limpio y silencioso. Experimentar la conveniencia que ofrece este transporte de alta velocidad permite no solo llegar rápidamente al próximo destino, sino también sentir la fuerza tecnológica avanzada de Japón durante el viaje, añadiendo un interés especial al viaje.
9. Visitar el mercado tradicional - Explorar la vida cotidiana y la atmósfera local
Como el mercado Tsukiji (ahora el mercado Toyosu) en Tokio, está lleno de actividad desde la mañana temprana. Aquí se reúnen deliciosas comidas frescas como pescados, frutos y verduras de temporada, pasteles japoneses exquisitos y otros artículos. Al pasearse entre los puestos, se ve cómo los vendedores manejan hábilmente los ingredientes, se prueban sushis y sashimis hechos al momento, y también se pueden encontrar algunos recuerdos únicos. Integrándose en el ritmo diario de vida de los lugareños, se puede sentir la Japón más real y lleno de vida cotidiana.
10. Hospedarse en una pensión japonesa - Experimentar la vida familiar japonesa
Abandonar los hoteles genéricos y elegir una pensión japonesa, dormir en tatamis, y dormir acompañados del suave sonido del viento fuera de la ventana por la noche. Despertarse por la mañana con la luz del sol que atraviesa la puerta de papel y golpea la cara, disfrutar del desayuno japonés preparado cuidadosamente por el dueño, experimentar el placer de hacer la cama y arreglar las cosas personalmente, y comunicarse amigablemente con el dueño para conocer los trucos de la vida local, sumergiéndose plenamente en la atmósfera familiar japonesa. Esto hace que el viaje sea más cálido y se pueda sentir profundamente la cultura humana japonesa.
En primavera, Japón ofrece una variedad de paisajes y experiencias maravillosas para que los viajeros. Estas diez cosas son solo la punta del iceberg, pero son suficientes para iniciar un viaje inolvidable de primavera en Japón y dejar recuerdos hermosos para toda la vida.
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